lunes, 27 de noviembre de 2017

De compras para el bebé

Hace tiempo que quería publicar esta entrada, pero le voy dando prioridad a otras y se va quedando en espera.

Todas las mamá (y papás también) empezamos a planear todo lo que necesitará el bebé desde que nos enteramos del embarazo, a veces incluso antes.
Queremos darles lo mejor, y que tengan de todo.
Y no hablo aquí de que tengan un exceso de juguetes caros e innecesarios, ni el último modelo de cada cosa que salga, sino de cosas más básicas.

Cuando estaba embarazada de princesa, no quise comprar nada demasiado pronto por eso de que los tres primeros meses hay más riesgo de aborto. Pero reconozco que aunque no compraba iba mirando y planeando.  Y sobre los 5 o 6 meses de embarazo empezamos a preparar sus cosas.
Compradas o que alguien nos las preste, el caso es que siempre empezamos por el carrito de paseo, mini cuna, bañera, silla del coche...
Y poco a poco, según nace el bebé y va creciendo, vamos aumentando el número de cosas.

En mi caso:
- Tuve una mini cuna que usé los primeros meses.
- Luego una cuna más grande desde que princesa tenía unos 6 ó 7 meses.
- Bañera, la que lleva un mueble con cajones para guardar sus cositas y un cambiador encima.
- El carro y sillas del coche, por supuesto.
- Me regalaron una hamaca que ha sido el mejor invento del mundo.
- Luego llegó la trona para comer.
- El parque para jugar.
- Un asiento para la bañera porque ya no cabía en la otra.
Y por supuesto sin contar con los bodies, trajes, pijamas, zapatos, etc.

Pero luego, cuando nació príncipe y nuestra situación era totalmente diferente, la mayoría de cosas quedaron inutilizadas.  ¿Y pasó algo? Pues no, se crió igual o mejor.
Príncipe no dormía en la mini cuna, se despertaba mucho, y yo necesitaba descansar porque tenía un recién nacido y una pequeña de 15 meses y les daba el pecho a los dos.
- Cambiamos la mini cuna por el colecho, y también se unió princesa.
- La mini cuna se guardó en el trastero, y también la cuna.
- Durante el día dormía en la hamaca o en la cama.
- Empecé a utilizar también el porteo, me compré una mochila-fular para poder llevar al bebé y que su hermana fuese en el carro, porque tampoco podía andar demasiado.
- Compré también un patín para el carro, para que princesa fuese subida en él cuando príncipe iba en el carro.
- La bañera que tanto me gustó, tuve que dejarla guardada por una mudanza, así que con 3 meses príncipe empezó a bañarse en el asiento de la bañera de casa. Tampoco tenía entonces cambiador, pero con uno impermeable podía ponerlo en la cama o el sofá y cambiarles el pañal a los dos (la mayor seguía siendo pequeña).

Y ahora, desde que llegó principito:
- Usé la mini cuna al principio para las siestas durante el día, pero directamente el colecho de noche.
- Usé la bañera pequeña los primeros 4 meses, y después el asiento para la grande.
- Uso tanto la mochila como el carro, dependiendo de las situaciones.

Del resto de cosas, puedo resumir diciendo que:
- La hamaca la he usado mucho con los tres: para dormir, para estar despierto y jugar, para ver la tele, y hasta para las primeras comidas.
- La trona es imprescindible para sentarlos a comer.
- El parque para jugar podría venderlo como nuevo porque no lo he usado. A princesa no le gustaba, príncipe no lo tuvo por la mudanza, y a principito no sé si se lo sacaré o no.

Aprendí que no hace falta tener una tienda entera en casa.
Aprendí que las cosas no son más prácticas por ser más caras o más bonitas (como la bañera que se queda pequeña enseguida y que cuesta usar el cambiador cuando pesan demasiado).
Aprendí que la situación influye mucho.
Aprendí que lo importante es lo que les damos a nivel de afecto y cuidados, no las cosas que les compremos.
Aprendí que cada vez soy más feliz con menos cosas.

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