domingo, 30 de julio de 2017

Lactancia

Una vez que nace tu bebé y llega ese esperado momento, vienen las dudas sobre su alimentación, y no todo es color de rosa.

Durante el embarazo te has estado informando y te has decidido por la lactancia materna: dar el pecho es lo mejor para mí y para mi bebé, es el mejor alimento y es un vínculo único y especial.

Cuando por fin tienes al bebé en tus brazos, te apresuras por comenzar la lactancia. Aprovechas ese piel con piel en los primeros minutos de vida, en la primera media hora, todavía en el paritorio. Cuesta que el bebé se coja al pecho, es normal, no se nace enseñado. Y cuando ya le ves bien enganchado con su reflejo de succión dices: "qué fácil ha sido, qué suerte".

Pues no, siento decirte, que lo que parecía tan fácil y tan bonito, luego empieza a complicarse.

Una mala posición hace que haya un mal agarre, el bebé tira del pezón, y empiezan a salir grietas.
El bebé tiene que estar en posición horizontal, y tocando tu barriga con su barriga.

Pasados los primeros días de lactancia, surge otro imprevisto.  El bebé hace su toma, llora, tira del pecho, no se sacia aunque le des los dos pechos.
"Ay, ay, ay ¿a que no tengo suficiente leche?"
Tranquila mamá, respira hondo, infórmate, y sigue adelante puesto que, en este momento, muchas introducen lactancia artificial (biberón) y dejan de amamantar.
Esto que le pasa a tu bebé es que habéis llegado a la primera crisis de lactancia. El bebé necesita más leche, y la forma de que el pecho produzca más cantidad es succionando más a menudo.
Existen varias crisis de lactancia, por etapas. La forma de pasarlas es dale el pecho a demanda aunque te pida cada 5 minutos, para aumentar la producción. Pasa en dos o tres días, incluso antes.

Y, por si fuera poco, el bebé llora y llora a menudo, le ves estirarse, hacer fuerza, retorcerse.
"¿Serán esos cólicos del lactante?"
En mi caso, mis tres hijos han pasado por esto y ha tenido una solución muy fácil.
Resulta que, si yo tomo leche, mis niños lloran mucho y en sus heces se ven como hilitos de mucosidad.  Esto se conoce como "Alergia a la proteína de la vaca" (APLV)
Generalmente se pasa solo, en el caso de mis hijos sobre los tres o cuatro meses.
La proteína de la vaca es demasiado fuerte para su pequeño estómago y eso les causa ese dolor. Suprimiendo de mi dieta todos los lácteos, solucionado.
Poco a poco voy probando, si veo que le molesta, sigo sin tomar, hasta que me doy cuenta de que ya está bien tanto si tomo lácteos como si no, y es el momento de poder retomar su consumo.

Aprendí que la lactancia es complicada, pero lo más hermoso del mundo.
Aprendí que ese vínculo entre madre e hijo, y ese privilegio de que se alimente de mí, no tiene precio.
Aprendí que una buena asesora de lactancia y una buena información es imprescindible para superar los baches.
Aprendí que nunca dejaré de aprender.

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